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Cambiar debe ser definitivo y no sólo un momento. Por Guillermo Villa Ríos
¿Se pueden crear nuevos hábitos de un día para otro y seguir siendo fieles a ellos consciente e inconscientemente? Lo importante es perseverar y no desertar.
Es muy normal encontrar en textos de autoayuda y escuchar a muchos motivadores frases como: “pensamiento positivo”, “actitud mental positiva”, “cambio de actitud”.
Muchos sugieren con demasiada facilidad: “cambie” su forma de pensar, sus conductas y sus hábitos para que pueda triunfar.
De hecho muchas personas experimentan cambios en sus vidas motivados por circunstancias externas como una buena lectura, un tratamiento espiritual o religioso, un buen consejo, alguna situación desconcertante que los hace reflexionar sobre su comportamiento, alguna crisis que tire al
traste todo lo que estimaba como seguro y cierto en su vida; pero generalmente estos “cambios” son temporales mientras las cosas se vuelven a normalizar para continuar incurriendo en los mismos pensamientos, las mismas conductas y los mismos hábitos.
Es también común escuchar a padres y educadores reclamándoles a sus hijos y estudiantes mejor disposición hacía el estudio o hacia lo que hacen. Bien caben aquí interrogantes como: ¿es la conducta en el ser humano un hecho independiente de cualquier otra circunstancia, de tal manera
que cualquiera la pueda cambiar en cualquier momento sin ninguna dificultad sin afectar otros aspectos básicos de la psique humana? ¿Se pueden crear nuevos hábitos de un día para otro y seguir siendo fieles a ellos consciente e inconscientemente?
La verdad es que tanto los pensamientos, como las conductas y los hábitos, son consecuencias de procesos anteriores en la mente humana y tratar de modificarlos sin tener en cuenta sus orígenes es tan necio como andar por las ramas del árbol del mal sin afectar sus raíces.
Entre más podes las ramas sin tocar las raíces más se fortalecerán. Si se desean cambios verdaderamente estructurales en el pensamiento, las conductas y los hábitos, es indispensable conocer a fondo los elementos y las circunstancias que los anteceden.
DESTINO EN OCHO PASOS:
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LENGUAJE:
Aunque existen muchas formas de lenguaje y comunicación, las palabras son indudablemente el principio de la creación. Todo lo que pasa en la vida de cualquier persona ha sido creado con palabras, indistintamente de que se hayan pronunciado en serio o en broma, con rabia o felicidad. La palabra hablada posee fuerzas insospechadas, es dinámica, es creativa o destructiva, la palabra es un don divino y se debe usar con respeto sacro.
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MENTE SUBCONSCIENTE:
Ubicada en el hemisferio derecho del cerebro. La repetición de las palabras crea en la mente subconsciente ideas, sistemas de creencias, programas mentales; aclarando que los términos anteriores son sinónimos y que hoy universalmente se conocen más como PARADIGMAS.
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MENTE CONSCIENTE:
Ubicada en el hemisferio izquierdo del cerebro. Aquí se producen los pensamientos que son en un sentido práctico, las imágenes y los sonidos de los paradigmas, son producidos por cualquier estímulo interno o externo, lo que indica que los pensamientos no son algo improvisado y que las palabras constituyen la materia prima con que los elaboramos.
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SENTIMIENTOS:
Son estados mentales, “hijos del pensamiento”, constituyen las emociones y son los motivadores o desmotivadores del ser humano.
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CONDUCTAS Y COMPORTAMIENTOS:
Son el fruto de los pensamientos animados por los sentimientos. El ser humano actúa conforme como piensa y siente.
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HÁBITOS:
Son los automáticos comportamentales producidos por la repetición de las conductas. Pueden ser positivos o negativos, jamás son neutros ya que siempre producen efectos en el ser humano. Los hábitos positivos determinan las virtudes y los negativos los vicios. Constituyen los legítimos gobernadores de la vida humana.
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CARÁCTER:
Está constituido por el conjunto de todos los hábitos, determina desde luego la calidad personal del individuo. Entre más hábitos positivos tenga una persona más fuerte es su carácter y posee mayor fuerza de voluntad. Entre más hábitos negativos tenga, más débil es su carácter.
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DESTINO:
Considerado por muchos como la buena o la mala suerte. Esto significa que cada ser humano es el arquitecto de su propio destino y que siempre representa la consecuencia de sus propios procesos.
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